Durante la semana los mercados globales presentaron un nuevo impulso gracias a los avances en el proceso de reapertura de la economía norteamericana y el descenso de los contagios en Europa. Las principales plazas bursátiles presentaron avances –S&P 500 y Dow Jones cerraron con alzas de 1%, en línea con el MSCI global y el DAX alemán– y se observaron caídas en las tasas benchmark, aunque de magnitud acotada. Si bien persisten las preocupaciones por una eventual aceleración de la inflación a nivel global (el PCE core de EE.UU. subió 0,7% en abril, su valor más alto desde octubre de 2001), debido tanto a estrecheces de oferta como a una fuerte recuperación de la demanda por las medidas de estímulo, distintas autoridades han insistido en el carácter transitorio que esto podría tener y que, por tanto, no ameritaría retirar los impulsos monetarios.
Los últimos datos en EE.UU. confirman que la actividad y el mercado laboral se van recuperando a un buen ritmo. Los índices PMI preliminares de mayo sorprendieron al alza, registrando nuevos máximos, tanto en el sector manufacturero (61,5 vs. 60,2 esperado) como de servicios (70,1 vs 64,3). El optimismo también permeó hacia el mercado laboral, con un nuevo descenso en las solicitudes de subsidios de desempleo (406.000 vs. 425.000). Además, el Presidente Biden dio a conocer su primer presupuesto fiscal, con un gasto esperado de US$ 6 billones -el más alto desde la segunda guerra mundial- que sería financiado con aumentos de impuestos y emisiones de deuda.
La actividad en la Zona Euro se aceleró en mayo. El PMI preliminar compuesto subió a 56,9 puntos, gracias al componente de servicios (55,1 vs. 50,5 previo). Esto, en línea con una nueva mejoría de la confianza de los consumidores (-5,1 vs. -8,1 previo), que poco a poco se va acercando a territorio neutral. En Alemania, el índice IFO correspondiente al clima de negocios, alcanzó su mayor nivel desde 2019 (99,2 vs. 96,6 en abril), dando buenas señales sobre la aceleración de la economía. Por su parte, ante la ausencia de datos económicos en China durante la semana, destacaron las del ámbito político. En especial, el primer acercamiento con EE.UU. -desde que el Presidente Biden asumió el cargo-, orientado a retomar las negociaciones comerciales, que venían estancadas desde la guerra comercial iniciada en 2018. Esto refuerza las buenas perspectivas para el comercio bilateral entre ambas potencias y el optimismo a nivel global.
Precios del petróleo y cobre experimentan nuevas alzas durante la semana
En la última semana el precio del petróleo encadena cinco sesiones consecutivas de alzas, alcanzando su mayor precio desde octubre de 2018 (WTI: US$67 el barril). El incremento obedece a las mejores perspectivas de la demanda en los próximos meses, particularmente por el significativo aumento que se prevé en los viajes por avión durante las vacaciones en el hemisferio norte. Dados los avances en el proceso de vacunación, una veintena de países ya han eliminado total o parcialmente las restricciones a los viajeros que han completado este proceso.
Por su parte, el precio del cobre experimenta una recuperación durante la semana, subiendo por cuatro sesiones consecutivas, con un sesgo alcista ante la noticia de una huelga del sindicato de operaciones remotas de las minas Escondida –la mina de cobre más grande del mundo– y Spence en Chile, la cual se inició esta semana, al no aceptarse la oferta laboral de la empresa.
Estas alzas son destacables considerando que, en el caso del petróleo, se han producido eventos negativos para la perspectiva de precios, como los avances en las negociaciones entre EE.UU. e Irán para reactivar su pacto nuclear de 2015 que posibilitaría el aumento de las exportaciones de petróleo de Irán, así como el significativo impacto sobre la demanda de combustibles que la pandemia está provocando en India, el tercer importador mundial de petróleo. Adicionalmente, en el caso del cobre, al igual que el de otros metales básicos, China ha anunciado que tomará medidas para frenar alzas desmedidas, las que consideran mayores controles tanto en los mercados al contado como de futuros.
Mercados locales moderan caídas, pero continúan influenciados por la incertidumbre política
El IPSA, luego de acumular una caída de más de 12% en la semana posterior a las elecciones, ha vuelto a exhibir retornos positivos (+2% semanal, 4.200 puntos), aunque todavía está lejos de los niveles previos a la pandemia (4.500 puntos). El anuncio del pase de movilidad para personas vacunadas así como nuevas ayudas fiscales para los hogares genera mejores perspectivas para los mercados. Los bonos nominales a 10 años continuaron subiendo (+15pb), rozando 4%, nivel no observado desde marzo de 2019, reflejando aún la incertidumbre en torno al proceso constituyente, lo que ha seguido presionando el premio por riesgo internacional. Lo anterior también ha elevado las tasas swap, cuyos niveles son los más altos de los últimos dos años (swap a 10 años: 3,9%).
El dólar sigue ganando terreno acumulando un alza de $ 8 en la semana. Estos movimientos ocurren a pesar de aumentos en el precio del cobre y niveles estables del dólar a nivel internacional, lo que posiciona a la moneda local como la tercera más depreciada en un conjunto amplio de economías. La incertidumbre política, así como las menores presiones de venta por parte de los fondos de pensiones, los cuales ya han pagado una proporción significativa del tercer retiro, son factores que han contribuido a la debilidad del peso.
Gobierno ingresó proyecto de ley para concretar nuevas medidas de apoyo a familias y pymes
Esta semana finalmente el Gobierno presentó al Congreso el proyecto –anunciado tras la propuesta de “mínimos comunes” de la Oposición– para generar un Ingreso Familiar de Emergencia con mayor cobertura y montos. La propuesta contempla que los pagos del IFE en los meses de junio, julio y agosto alcancen a todas las familias del Registro Social de Hogares (RSH), excluyendo únicamente a aquellas que tengan un ingreso mayor a $ 800.000 por persona (lo que sería equivalente a pertenecer al 10% de mayores ingresos). La propuesta también aumenta el monto pagado: a modo de ejemplo, una familia de cuatro personas recibiría $ 467.000 versus $ 400.000 en la versión previa de este beneficio (“IFE ampliado”).
El paquete de medidas también contempla un bono directo por $ 1 millón a las empresas con ventas de hasta 25.000 UF y un monto variable equivalente a tres meses de IVA del año 2019 (con tope de $ 2 millones). También se incluyen medidas tributarias transitorias, como la disminución de la tasa de interés penal para pymes y la devolución del IVA crédito para aquellas que han sufrido una disminución de al menos 20% de sus ingresos.
De acuerdo con lo informado por el Ministerio de Hacienda, el nuevo IFE tiene un costo mensual de US$ 2.890 millones, aunque no es claro cuánto de este monto es adicional a lo incluido en las versiones previas del mecanismo (la Ley de Presupuestos vigente contemplaba cobertura hasta el 80% del RSH y el IFE ampliado tenía un costo estimado de US$ 1.800 millones mensuales en abril, mayo y junio). En cualquier caso, este desembolso en tres meses alcanza el 2,7% del PIB, a lo que se suma la creación del fondo especial de ayuda a las pymes por US$ 2.000 millones (0,6% del PIB).
