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29 Abril 2022
A pesar de la sorpresa, mantenemos nuestra visión de una importante desaceleración de la economía en lo que resta del año.
Las cifras sectoriales de actividad del INE para marzo sorprendieron al alza de manera significativa, mostrando un quiebre respecto de los datos de enero y febrero. La actividad manufacturera tuvo un fuerte impulso (3,1% a/a vs -3,9%, esperado por el mercado) explicado por un aumento en la elaboración de alimentos y en la producción de maquinaria y equipos. La minería también sorprendió al alza, aunque se mantuvo por debajo de los niveles del año pasado (-2,2%). Esto, luego de dos meses consecutivos con desempeños muy bajos por factores estructurales (bajas leyes del mineral y escasez de recursos hídricos). Con esto, la producción industrial creció un 0,8% a/a (-3,9% esperado por el mercado).
Por su parte, el comercio minorista también tuvo un alza anual importante (11,2% a/a, algo por sobre lo esperado), impulsado por la venta de vestuario (71,3%) en un mes marcado por el avance de los desconfinamientos.
Con estos antecedentes, estimamos que el Imacec de marzo habría tenido un alza respecto de febrero, en torno a 0,8%. Con ello, su variación anual se habría empinado hasta el 7,5%.
Consideramos que varios de los factores detrás del rebote de la actividad son de carácter transitorio. Los elementos fundamentales que determinan el comportamiento de la economía –contracción monetaria, política fiscal contractiva, incertidumbre política y deterioro del escenario externo– siguen apuntando a una desaceleración importante.
De hecho, el estrechamiento de las condiciones financieras ya está teniendo un impacto relevante en la actividad crediticia. En efecto, a fines de marzo, el crédito subió solo un 1,4% anual, explicado por la caída de 0,9% a/a en créditos comerciales (58% del stock de créditos), el cual fue compensado con las colocaciones del segmento personas: la categoría consumo subió 4,1% y vivienda lo hizo en 4,5% a/a.
Aun cuando el crédito para vivienda sigue presentando una variación positiva, el flujo mensual exhibe una fuerte contracción de 54% respecto a marzo de 2021. Esto es reflejo de una demanda de crédito bastante más débil por parte de los hogares producto del deterioro en los ingresos o en el empleo, en línea con la desaceleración económica y por condiciones financieras más restrictivas, todo esto debido al aumento en las tasas de interés de estos créditos.
Empleo mejora, pero pierde fuerza en el margen y aún no cierra brechas abiertas con la pandemia
Los datos del mercado laboral del trimestre móvil enero-marzo publicados esta semana por el INE mostraron un aumento anual de 8% del empleo, el que llegó a 8,8 millones de personas trabajando. Esta cifra aún está por debajo de los niveles previos a la pandemia y es bastante menor que el empleo de tendencia.
Esto se corrobora en la tasa de empleo (empleo respecto de la población en edad de trabajar), que se mantiene más de 3% por debajo de su promedio histórico. La brecha más significativa se observa en mujeres, donde existen cerca de 350 mil empleos menos que los que hubiese habido sin pandemia. En el caso de los hombres, también existe una diferencia importante respecto de la tendencia, pero menor, cercana a 250 mil.
La fuerza de trabajo tampoco se ha recuperado del todo, por lo que la tasa de desempleo se ha mantenido debajo del 8%, aunque en el último registro mostró un incremento de 0,3% respecto del trimestre móvil terminado en febrero.
Por su parte, se observa una pérdida de dinamismo en la creación de empleos en el margen. Si hasta hace unos meses los puestos de trabajo aumentaban del orden de 83 mil en términos desestacionalizados, en los últimos trimestres móviles esta cifra ha descendido bordeando los 50 mil. Esto es coincidente con el descenso observado en el índice de vacantes en los últimos meses, aunque el registro de marzo mostró un rebote.
Precios de las materias primas revierten sus caídas, todo esto en una semana de elevada volatilidad financiera
Las tensiones geopolíticas continúan a raíz del conflicto bélico en Ucrania, con Rusia suspendiendo el suministro de gas natural a Polonia y Bulgaria y con Alemania flexibilizando su postura frente a un embargo de las importaciones de petróleo ruso. Estos hechos revirtieron las caídas que habían exhibido los precios de las materias primas en días anteriores, cerrando la semana al alza (petróleo WTI: +4%; petróleo Brent: +3%; gas natural: +8%).
En EE.UU., si bien la caída del PIB anualizado del 1T22 fue sorpresiva (-1,4% t/t vs. +1,0% esperado), algunos componentes relevantes como el consumo personal mostraron dinamismo (2,7% vs. 2,5% previo). Asimismo, las solicitudes de subsidio de desempleo volvieron a bajar y se ubican cerca de mínimos históricos (180 mil). Por su parte, en la Zona Euro la actividad se desaceleró moderadamente, en línea con lo previsto (0,2% t/t; 5% a/a). El IPC de marzo, en tanto, estuvo algo por sobre lo esperado (0,6% m/m vs. 0,5% proyectado; 7,5% a/a) y el componente subyacente escaló hasta un nuevo máximo (3,5% vs 3,2% esperado y 2,9% previo).
Los índices bursátiles globales experimentaron una semana con elevada volatilidad. Retrocedieron casi 3% los primeros días, por los temores generados con las medidas de confinamiento sanitario en China y el estrechamiento en las condiciones financieras. No obstante, los positivos resultados corporativos conocidos durante la semana generaron recuperaciones parciales, con lo que al cierre de la semana las pérdidas fueron menores (MSCI global: -1%; emergentes: -2%; Latam: -5%). En tanto, el dólar se volvió a fortalecer (DXY 103; +2%) ante las perspectivas de un retiro de los estímulos monetarios más rápido por parte de la Fed. Con todo, las tasas de interés de largo plazo en las principales economías mostraron caídas (-3 pb en promedio).
Lo que viene...
El lunes 2 de mayo el Banco Central dará a conocer el Imacec de marzo, respecto del cual esperamos un aumento de 7,5% a/a (0,8% m/m desestacionalizado) luego de las cifras sectoriales conocidas hoy. De darse esta cifra, el PIB del primer trimestre habría crecido 7,8% a/a.
El martes 3 de mayo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentará el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre en la comisión de Hacienda del Senado. En dicho informe se actualizarán las proyecciones macro, donde esperamos un recorte en la proyección de crecimiento para este año hasta 1,5%, una revisión al alza para el precio del cobre y las nuevas perspectivas para el déficit público este año, que en el último informe se proyectaba un déficit del 1% del PIB.
El jueves 5 se realizará la Reunión de Política Monetaria correspondiente al mes de mayo, donde esperamos que el Consejo del Banco Central aumente en 100 pb en la TPM, para ubicarla en 8%. Esta subida se explica por las fuertes presiones inflacionarias aún presentes en la economía y en el importante desvío de las expectativas inflacionarias en el horizonte de dos años. Sin embargo, estimamos que el ciclo de alzas está cerca de concluir y podría terminar con la TPM entre 8% y 8,5% en la reunión de junio.
El viernes 6 el INE publicará el dato de inflación de abril, donde anticipamos una variación mensual de 1,1% y de 10,2% anual. Estas variaciones serían explicadas principalmente por el cambio en precios de alimentos, transporte y, en tercer lugar, por vivienda.