Cargando el sitio, no recargues la página.

12 Noviembre 2025

Flash económicos

Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del segundo semestre de 2025: apetito por riesgo contrasta con un escenario de alta incertidumbre

El Consejo decidió por unanimidad mantener el RCC en su nivel actual de 0,5% de los APRs y se reitera que en la primera RPF de 2026 se evaluará el inicio de la convergencia gradual hacia el nivel neutral de 1%

El Consejo del Banco Central de Chile, en su Reunión de Política Financiera (RPF) de noviembre de 2025, decidió por unanimidad mantener el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) en su nivel actual de 0,5% de los activos ponderados por riesgo (APR). Respecto a la trayectoria futura, se reitera -al igual que en el primer semestre- que en la primera RPF de 2026 se evaluará el inicio de la convergencia gradual hacia el nivel neutral de 1%, siempre que las condiciones lo permitan y considerando un período de implementación de al menos un año.

De acuerdo con el IEF del segundo semestre, el principal riesgo para la estabilidad financiera local continúa siendo un estrechamiento abrupto de las condiciones de financiamiento debido a un deterioro del escenario externo. Las vulnerabilidades globales se han acentuado desde el informe anterior, caracterizadas por el sostenido aumento de precios de activos financieros riesgosos y el elevado apetito por riesgo, lo que contrasta con la alta incertidumbre asociada a tensiones geopolíticas, comerciales, fiscales e institucionales. Un deterioro podría ser gatillado por una intensificación de estas tensiones o una evaluación más negativa de la sostenibilidad de la deuda soberana en economías avanzadas, con riesgo de amplificación por las interconexiones entre bancos e Intermediarios Financieros No Bancarios (IFNB).

A nivel local, las condiciones financieras han presentado una “leve mejora” respecto al último informe, con tasas de interés de largo plazo y spreads de bonos soberanos y corporativos descendiendo, y una reducción en la volatilidad del tipo de cambio y de las tasas de largo plazo. Sin embargo, la “baja liquidez” en el mercado de renta fija local y la menor profundidad del mercado de capitales amplifican la sensibilidad de las variables financieras locales a shocks externos, como el alza del premio por plazo en EE.UU.

El crédito bancario muestra señales de recuperación incipiente, revirtiendo caídas previas. Este repunte es impulsado, principalmente, por la cartera comercial, cuyo stock ha crecido, revirtiendo tres años de contracciones. Las colocaciones de vivienda avanzan de forma estable (1,5%), con tasas hipotecarias a la baja (cercanas al 4,2% en septiembre 2025) gracias, en parte, al programa Fogaes. El crédito de consumo, aunque previamente débil, exhibe una incipiente recuperación real anual impulsada por el uso de tarjetas de crédito de sociedades de apoyo al giro y por oferentes no bancarios.


Los indicadores de vulnerabilidad de los usuarios de crédito se han mantenido relativamente estables

Hogares: El ahorro y la riqueza continúan estables, con la tasa de ahorro en 5,5% del PIB en el segundo trimestre de 2025 y la riqueza financiera neta en 121,6% del PIB. Las vulnerabilidades permanecen bajas y el endeudamiento mostró una leve reducción, mientras que la carga financiera sobre ingresos y el impago bancario se mantuvieron sin cambios significativos. Sin embargo, en los quintiles uno y dos de ingresos se observa una subida incipiente asociada a mayor uso de crédito rotativo de consumo.

Empresas: El endeudamiento de las no bancarias bajó a 106,5% del PIB en el segundo trimestre de 2025, con menor crédito bancario compensado parcialmente por más deuda externa y con mayor dinamismo en las emisiones de bonos corporativos, tanto en el mercado local como en el externo. Los indicadores de endeudamiento, carga financiera e impago disminuyeron, reflejando una menor vulnerabilidad gracias al aumento de las ventas. No obstante, la situación del sector inmobiliario residencial continúa débil, con indicadores de impago elevados y un stock de viviendas terminadas cercano a máximos históricos, aunque se observan mejoras en las ventas impulsadas por subsidios y garantías estatales.


El sistema bancario se mantiene sólido

El sistema bancario chileno se mantiene sólido, con capital y liquidez suficientes para enfrentar escenarios severos. La morosidad se ha estabilizado y la cobertura de provisiones no registra cambios relevantes, mientras la estructura de fondeo y los indicadores de liquidez no muestran variaciones significativas. El proceso de convergencia a Basilea III continúa y el sistema presenta niveles adecuados para completar su última etapa durante este año.